En el mundo del bienestar, todos hablamos de comer saludable. Que si lo orgánico, que si lo keto, que si la nueva proteína vegetal. Pero… ¿y si el verdadero cambio no está solo en qué comemos, sino en cómo lo hacemos?
La ansiedad por la comida no se resuelve con más prohibiciones, ni contando calorías como si fuera una aplicación de impuestos. La solución empieza cuando dejamos de pelear con la comida… y empezamos a escucharnos.
¿Qué es comer con ansiedad?
Es abrir la nevera sin hambre.
Es atacar una bolsa de snacks para calmar el estrés.
Es sentir culpa después de comer algo “prohibido”.
La ansiedad por la comida no es flojera ni falta de voluntad. Es una señal de que algo dentro de nosotros está pidiendo atención, y lo está haciendo a través del cuerpo.
¿Qué es la alimentación consciente?
La alimentación consciente (o mindful eating) no es una dieta. Es una forma de relacionarte con los alimentos desde la presencia, sin juicios y con respeto hacia ti mismo.
Se trata de:
- Comer cuando tienes hambre real (no emocional).
- Saborear cada bocado sin culpa.
- Escuchar tus señales de saciedad.
- Reconocer los disparadores emocionales que te llevan a comer sin hambre.
¿Y cómo empiezo a practicarla?
Aquí te van pasos prácticos que podés aplicar hoy mismo:
- Respirá antes de comer. Literal. Tres respiraciones profundas antes de empezar. Te ancla al momento presente.
- Comé sin distracciones. Apagá la pantalla. Sí, incluso TikTok. Tu mente y tu cuerpo merecen toda tu atención.
- Observá tus emociones. ¿Tenés hambre o estás aburrido? ¿Es ansiedad o es sed?
- Usá todos tus sentidos. Textura, aroma, colores… Comer es una experiencia sensorial.
- Permitite el placer. Comer también es un acto de amor propio, no una prueba de autocontrol.
La ansiedad no se combate con más control, sino con más consciencia
Cuando te conectás con vos mismo desde el plato, todo cambia: tu digestión, tu energía, tu forma de verte al espejo… y tu relación con la comida deja de ser una guerra interna.
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